martes, abril 18, 2006

COLONIZANDO MI PIEL

"Cuando el vaho de tus besos colonizo las tribus de mi piel los patriarcas de dichas tribus celebraron un concilio e hicieron crepitar una hoguera cuyas llamas perpetraron una dulce fiebre a los confines de mis versos, izaron un altar con un bello cordel. Los guerreros de las tribus danzaron alrededor de la hoguera hasta provocarse el delirio. Las mujeres compusieron en sus arpas hermosas alabanzas al fuego que nadie supo proveer para la comunión de los rezos. Repentinamente, la asamblea se contempló en súbito silencia apareciendo una brecha para dar paso a los gurus; ellos, dirigiéndose a la concurrencia, hablaron como tus labios les narraron una magnífica odisea a las tierras que con tal humedad se negaron a seguir subyugadas por el usurpador impío, hablaron de cómo tus labios enjuagaron la tierra de espíritus cuyo linaje sometió a mis sueños con malevolencia, hablaron como tus labios expulsaron al bandolero que los templos saquea para así dar fin al éxodo de las tribus que la gente antigua antaño recuerda. Alguna vez fueron un esplendoroso reino abatido por las huestes nacidas en el vituperio del olvido sin embargo, hoy la negritud de sus yelmos se postró agobiada al recibir sin clemencia el filo de tu mirada.
Los gurus siguieron hablando de cómo sanaste la furiosa epilepsia con una tibia caricia, de cómo germinaste mi frenesí a la unción de aquel exquisito bálsamo con el que tus brazos me sumergieron sin descuido.
Así como los designios del océano estelar de inmensidad ataviada, así engalanaste mi piel al tocarla con tu esperanza.
Al concluir los gurus sus relatos, los reyes remotamente caídos, estupefactos, erigieron inmediatamente monumentos y murallas, los guerreros forjaron de nuevo sus armas y afilaron sus flechas para defender sin tregua lo que hoy tus labios le confieren. Porque hoy sedientas son mis páginas de que en ellas me cuentes tu historia pues hoy mi corazón se encuentra ávido de nulificar hasta el más recóndito de tus abismos. Porque ante tu calor mis demonios enmudecieron viéndose acorralados a hacer reverencia a quien con sus labios les ha exigido liberarme de sus mazmorras para entregarte todos mis secretos.Finalmente, las tribus se unieron bajo la fascinación de tu mirada edificando rituales bajo la piel lejana de quimeras donde los inciensos mojados resucitaron pues tuyos son los vientos que a las deidades invitan para nutrir de misticismo la montaña donde circundan los tiempos y las nobles epopeyas, porque tuya es la hoguera donde hoy mis pesadillas marchitan."


Gabo
Me alegra haber sido musa de tan bellas líneas,
lamento no haber entendido en su momento lo que eran para ti.
Como ves, aún las conservo como conservo tu lugar en mi corazón.
Besos, dondequiera que estés.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡wow! creo que el Gabo sí te quiería Liz ha ha ha ¿qué será de él?
Saludos acá del otro lado del charco