miércoles, noviembre 15, 2006

De las pedas de mi vida

En últimas fechas, sigo saliendo de fiesta pero no bebo, es más, lo intento pero las chelas no me entran, y sólo de recordar mi última peda, en áutomático dejo la copa. Así que en ese recordar, vinieron a mi mente mis demás pedas, las más fuertes al menos o las que en verdad quedé con la lucidez necesaria para saber qué pasó y aquí les comparto la historia de algunas.

La primera bueno, no fue la primera pero sí marcó (retórica local) una época, fue cuando empecé con aquél free que duró años sí; cuando conocí al imbécil #1 de mi vida.

Fue en el año.... en el 2001 cuando estaba estudiando en el ITAM, cada semestre se acostumbraba hacer una “comida” (traducción: fiesta con chingo de chelas, chingo de botellas y si bien iba, algo de tacos) para dar la bienvenida a los nuevos alumnos de cada carrera, todo ello por la módica cantidad de $50.00 si llevabas tu credencial. Ahí estaba con mi amiga Iris, mi compadre Jorge, Lorelei y no recuerdo quién más. Yo bebía tequila, no había nada mejor que una rica “paloma”, en esos ayeres la chela nomás no me entraba y bueno, ya llevaba unas cuantas y como suele suceder en éstas fiestas, el refresco es lo primero que se acaba pues es de lo que menos compran y se acabó el Squirt para las palomas, ¿Con qué lo combino ahora? Ah claro, con chela!! (Brillante idea Licita, principiante en el alcohol,no pensó que tequila y cerveza NO se mezclan salvo que quieras el resultado que obtuve). Total, comencé a bailar y de pronto, ante mi estaba el chico que me hacía temblar, me encantaba el condenado y bueno, ya con algo de valor comenzamos a bailar y a charlar. De pronto, mientras él bebía de su vaso, se lo empiné de un “empujoncito” (el vaso) y se le chorrió todito (el contenido del vaso). Medio molesto me dijo, - ahora voy a oler a alcohol- No, cómo crees si hueles a loción ( y con un movimiento torpemente suave me acerqué a su cuello) y ¡¡sopas!! Nos besamos... fue TAN chido (Liz mirando a ninguna parte, recordando el momento... sonrío) ... ah sí, les decía pues total que en menos de lo que canta un gallo, ya me había olvidado de mis amigos y estaba en un rinconcito beso y beso con el susodicho y tan pronto pude decir palabra salió un – oye, ¿qué onda, qué va a pasar?- sí, hoy día sé que la cagué, que esos momentos se disfrutan y ya, next; pero era la primera vez que me pasaba algo así, neta, la primera vez que me besuqueaba a un “extraño” o sea, a alguien con quien no andaba. Evidentemente el güey le dio mil vueltas al asunto y en el Inter., seguíamos beso y beso. No sé cuánto tiempo pasó pero de pronto, llegó mi amiga a avisar que se iban, y junto con ellos yo pues no me iba a quedar “sola” en semejante estado de ebriedad. Salimos de la fiesta, tomé mi cel y le llamé a mi hermana para avisar que iba camino a casa, tomé mi auto, salí del estacionamiento, y tres segundos después comencé a pitarle a mi amiga que iba en su auto frente a mi y le hacía señas del tipo "háblame" pero lo que quería decir era un –Puta madre, perdí mi celular güey se me cayó, no mames me van a matar!!!- Reflexioné tres segundos... ah no, lo tengo en la bolsa je je lo acabo de usar. Ahí fue cuando dije –¿¿Te cae que voy a conducir a mi casa??- ¿Amiga conduces tu? Y así fue, me llevaron a mi casa, me despedí en la puerta, entré, tomé un vaso de leche, me tiré en la cama he hice tierra. Al otro día la cruda de alcohol no fue tan ruda como la moral, me sentía la más puta del ITAM por besuquearme con aquel güey, pero me duró poco cuando supe que lo mío no era nada comparado con lo que los demás habían hecho.

viernes, noviembre 10, 2006

Bueno, ¿Qué tal que llego a los 100 y me voy?

Por si no lo saben, me quedé en el post 95 y pensé ¿porqué no los 100? y bueno, acá sigo resistiéndome a dejar el blog.
A pesar de que los últimos días no han sido de lo mejor, ésta vez no pretendo ponerme de amargueitor. Así que les contaré lo más chido que me ha pasado.
El miércoles de la semana anterior, la licenciada me propuso un viaje relámpago a SLP y vaya que fue relámpago, salimos del DF a eso de las 19:00hrs y llegamos a San Luis como a las 23:00, hicimos cambio de auto y vámonos, a conocer la Huasteca. Stef nuestra guía, estaba al volante, de copiloto la licenciada, Jazmín y yo cagándonos de frío en la parte trasera completamente descubierta. Después de un camino un tanto peligroso acompañado de tremenda neblina llegamos al lugar prometido donde un maravilloso espectáculo nos esperaba. El Sótano de las Golondrinas, una cueva con pinchemil metros de profundidad en la que cada día, al amanecer, se pude apreciar el despertar de las aves y su salida cotidiana. Evidentemente disfrutar de los primeros rayos del sol, acompañada de una vista maravillosa y una grata compañía fue realmente lo mejor.
Ya de regreso a San Luis, nuestra guía decidió hacer escala en Puente de Dios, una maravillosa cascada de agua cristalina. No iba preparada pero para la improvisación soy buena y me di un chapuzón, vaya que me relajé y me cargué de buena vibra. Continuamos el recorrido y me quedé con ganas de una tercer escala, el tiempo nos ganó y ya debíamos regresar.
Llegamos a SL como a eso de la 19:00 y tres horas y media más tarde ya estaba en la condesa platicando con mis amigos mi chocoaventura, no faltó la carrilla y el coto así que de ahí nos fuimos a un bar a disfrutar un poco de jazz. El saldo, en menos de dos días tuve paisajes maravillosos, charlas exquisitas, risas contagiosas, buena vibra, un gran deleite musical... ¿qué más podía pedir? Tiempo, tiempo para poderlo repetir.