viernes, noviembre 10, 2006

Bueno, ¿Qué tal que llego a los 100 y me voy?

Por si no lo saben, me quedé en el post 95 y pensé ¿porqué no los 100? y bueno, acá sigo resistiéndome a dejar el blog.
A pesar de que los últimos días no han sido de lo mejor, ésta vez no pretendo ponerme de amargueitor. Así que les contaré lo más chido que me ha pasado.
El miércoles de la semana anterior, la licenciada me propuso un viaje relámpago a SLP y vaya que fue relámpago, salimos del DF a eso de las 19:00hrs y llegamos a San Luis como a las 23:00, hicimos cambio de auto y vámonos, a conocer la Huasteca. Stef nuestra guía, estaba al volante, de copiloto la licenciada, Jazmín y yo cagándonos de frío en la parte trasera completamente descubierta. Después de un camino un tanto peligroso acompañado de tremenda neblina llegamos al lugar prometido donde un maravilloso espectáculo nos esperaba. El Sótano de las Golondrinas, una cueva con pinchemil metros de profundidad en la que cada día, al amanecer, se pude apreciar el despertar de las aves y su salida cotidiana. Evidentemente disfrutar de los primeros rayos del sol, acompañada de una vista maravillosa y una grata compañía fue realmente lo mejor.
Ya de regreso a San Luis, nuestra guía decidió hacer escala en Puente de Dios, una maravillosa cascada de agua cristalina. No iba preparada pero para la improvisación soy buena y me di un chapuzón, vaya que me relajé y me cargué de buena vibra. Continuamos el recorrido y me quedé con ganas de una tercer escala, el tiempo nos ganó y ya debíamos regresar.
Llegamos a SL como a eso de la 19:00 y tres horas y media más tarde ya estaba en la condesa platicando con mis amigos mi chocoaventura, no faltó la carrilla y el coto así que de ahí nos fuimos a un bar a disfrutar un poco de jazz. El saldo, en menos de dos días tuve paisajes maravillosos, charlas exquisitas, risas contagiosas, buena vibra, un gran deleite musical... ¿qué más podía pedir? Tiempo, tiempo para poderlo repetir.

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